lunes, 6 de febrero de 2017

Nació en Totonicapán en 1894 y murió en San Marcos en 1938, ambas ciudades del altiplano guatemalteco. Cultivóla poesía y ejerció el periodismo en Quetzaletenango, destacado entre los grandes de aquélla época, habiendo sido llamado "El Príncipe del Soneto". Fue director del diario La Nueva Tribuna, editado entre 1926 a 1930 en esa ciudad y viajó por Centroamérica, Cuba, México y Estados Unidos. 

En 1921 publicó su único libro: Lagunas Taciturnas. Su creación refleja profundamente la presencia de un gran maestro, de un innovador constante del lenguaje y del verso. Su poesía es rica en expresioens y simbolismos, permitiéndose vislumbrar a un auténtico poeta.


LO QUE VENDRÁ

La quiero muy rubia,
como rubia es la cauda que destrenza el trigal;
como rubio es el hilo que desata la lluvia
y que el sol transparenta cual si fuera un cristal.

La quiero muy blanca,
como blanca es la rosa y el naciente azahar;
como blanco es el loto que en el agua se estanca
y que mueve el perfume de la brisa al pasar.

La quiero con ojos muy hondos y azules,
como azul es el cielo, la montaña y el mar,
como azul es el lago que dormido entre tules
en las noches la luna ha soñado besar.

Y la quiero sencilla,
a la vez que frágil y sentimental,
como el tierno tallo y la blanca arcilla
donde abre sus cauces el agua lustral.

Quiero que me quiera como yo he querido,
que me dé el refugio de su inmenso amor,
para que en la lucha, cuando caiga herido,
con la unción de un beso borre mi dolor...

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